La colección más grande, diversa, ecléctica y completa de muñecos hechos a mano. ¿Funkopop quién te conoce?

Quién soy

A mí esto de los videos, los vivos y mostrarme en fotos no se me da tan bien, por eso es que casi nunca me presento ni me detengo a hablar de mí. Así que empecemos por ahí: mi nombre es Malvina Soledad. Nací en junio de 1982, pocos días antes de que finalizara la guerra. De ahí el nombre de una historia muy poco feliz.


Si bien estudié Edición, una carrera que nada tiene que ver con las artesanías o el manejo de empresas, desde 2011 fui dejando de trabajar como editora y comencé a tejer, y en 2016 nació Tres Agujas Chiches. Un proyecto que, a través de los muñecos y muñecas, busca acercar historias maravillosas a personas de todas las edades. A veces me comentan con vergüenza que el muñeco es para un adulto o adulta, ¡pero no tienen que sentirse así! Los chiches de Tres Agujas son para todas las edades (para mí, todos los chiches son para todas las edades, porque soy fanática de los juguetes). Los reciben bebés por nacer, niños y niñas, mamás, tías, vecinos, primos, compañeras y compañeros de trabajo, de estudio, amigos y amigas, abuelos y hasta bisabuelas...


Los muñecos que elijo diseñar y hacer en Tres Agujas tienen que ver con, como decía el gran Julio, la «conservación de los recuerdos», de aquellas personas que fueron y son parte de nuestra historia, sociedad, cultura y deportes.




¿Y en qué consiste mi trabajo además de tejer? Respondo mensajes, atiendo dudas en todos los canales que tengo: mail, Facebook, Instagram, WhatsApp, Empretienda.


¿Y por qué a veces hablo en singular y otras en plural? Porque si bien realizo todo el trabajo sola, muchas veces recibo ayuda de mi familia. Así que sí, soy y somos.


Pero este trabajo no es solamente tejer un muñeco y responder mensajes. Es, además, diseñar cada muñeco, tejerlo, probar cómo queda, destejer si no me satisface, rehacer; comprar los materiales necesarios, que se consiguen en variopintos lugares. Es, por otro lado, sacar fotos, armar los marquitos de cada colección; diseñar el packaging, mandar a imprimir tarjetas, cartones, postales, imanes; hacer los paquetes para que retiren o para enviar. Y acá también hay todo otro trabajo: si va en moto, coordinar días y horarios; si va al correo, previamente cargar las etiquetas en la web de la empresa elegida, imprimirlas, armar las cajas (siempre recicladas, ¡perdón por esos paquetes monstruosos, pero están hechos con amor!). También mi trabajo es postear todos los días (o casi todos) en redes sociales. Por suerte tengo una red de personas que me contienen y me ayudan, realmente no podría con todo si lo hiciera en soledad.


Para cerrar la idea de lo que significa Tres agujas en mi vida, me pasa algo maravilloso, que es el ir descubriendo junto a muchas y muchos de ustedes personajes que han quedado sepultados en la historia. Así conocí a muchas mujeres que fueron parte de la liberación de la patria. Como Pancha Hernández, una luchadora incansable por la liberación de nuestra Patria. Es una manera colectiva de crear algo que tiene una parte mía y es de todxs.


¡Gracias por estar ahí! ¡Gracias por elegir Tres agujas chiches! Sin ustedes nada de esto sería posible.





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